viernes, 24 de julio de 2015

Ante la impulsividad, parate y piensa

Anteayer fui a la psicóloga y aunque no tenga ansiedad por el hecho de ir ni por pensar en volver no puedo parar de darle vueltas a la cabeza. Un constante ir y venir de pensamientos me invade y me genera angustia al tiempo que siento opresión en el pecho.

Hablamos de la impulsividad toda la hora. Una de las cosas que tratamos era si la identificaba antes, durante o después... cuando me lo preguntó me dije, - quién  narices solo se puede dar cuenta después de haberlo hecho. Le contesté rápidamente sin pensar, - antes - le dije, pero ahora, ahora que mi cabeza está con un torbellino de pensamientos he recordado mi primer atracón, o por lo menos lo que yo considero como primero.

Estaba en casa, sola, por la noche y rodeada de apuntes. Era fin de semana y sin saber cómo me levanté de mi silla y fui directa a la cocina. Empecé a comer de todo sin darme cuenta de lo que hacía, solo comía y la comida volaba entre mis manos. Nevera, despensa, armarios... todo era poco. Al parar fui consciente de lo ocurrido, y un - qué, has, hecho? apareció en mi mente. No sabía qué había pasado porque era la primera vez que me sucedía algo así . Y sí, tuve un atracón, fue un atracón con todas sus letras. Me sentí horrible y me preguntaba porqué, pero claro... estoy hablando del
punto de inflexión que sufrí con la comida cuando estaba en la universidad y además, cómo no iba a tenerlo después de una semana de ayuno.

Durante la sesión me dio pautas para controlar la impulsividad. Me dijo que pusiese un cartelito en la cocina con las consecuencias. Lo escribí ayer y con un imán lo colgué en la nevera. Mientras lo escribía tenía ansiedad y al ponerlo supe que no solo pararía mi impulso de abalanzarme sobre la
comida, sino que también conseguiría hacerme sentir mal por comer cualquier cosa. Le escribí enseguida y me dijo que me escribiese algo mas suave.

Pros y contras, otra de las cosas a reflexionar. Contras muchísimos, asco, sensación de haber perdido el control, sentirte gorda, sucia, verte mal... muchos, muchísimos, demasiados. Pros?, por raro que parezca lo necesito. Sí siempre los paro... cómo  narices alivio mi malestar?, cómo  me desahogo?, cómo gestiono lo que me ocurre?. Qué hago entonces con la ansiedad, la rabia, el miedo, el estrés, el hambre descontrolado????, y... Si siempre los paro, qué ocurre si me quedo inmersa en una restricción continua?.

Pensando esto último se me han saltado las lágrimas y encogido el estómago, necesitar un atracón... eso es estar muy mal, no?

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