...me caigo en el rÃo.
Parece mentira que después de tanto tiempo no lo sepa si casi siempre me ocurre lo mismo. La mayorÃa de sábados no salgo a cenar para unirme después. Pero nunca ocurre lo quiero.
Mi intención es quedarme en casa, arreglarme con calma pudiendo darme una ducha relajante con Henrry Bendel, hacerme mascarillas, pintarme las uñas, elegir la ropa y complementos sin agobios... Normalmente me pongo la 6-noche, me encanta, y tras un rato de ver el debate empiezo a prepararme con música de fondo que me vaya animando. Todo esto es la teorÃa pero la realidad suele ser muy diferente.
Dan las 21.45 y mi casa se queda vacÃa, mi hermana y mi madre están listas para irse de cena y desaparecen por el sótano. Yo suelo estar en el sofá viendo mi programa pero...
estoy sola!,
en mi casa!,
con la cocina sin gente!,
y un armarito que contiene comida que yo no suelo tener.
=
PELIGRO!!
A veces me falta el tiempo para plantificarme en la cocina y empezar a abrir la boca, otras aguanto en el salón pero mi cabeza está imaginando todo lo que podrÃa comer. Normalmente me digo, "
no lo hagas, te sentirás fatal", otras, "
aprovecha ahora que estás sola y mañana ya lo harás perfecto".
Un debate se cierne sobre mi pero la mayorÃa de veces ocurre lo mismo, acabo comiendo. Chocolate, pan, jamón, pasas, leche, cereales... Lo que haya, es
horrible!!!, simplemente asqueroso!!!. A veces paro en seco e intento distraerme pero ya que he empezado he de seguir.
La sensación de después es horrible, me siento fatal y arreglarme se convierte en un infierno. Me siento hecha una foca y las ganas de vomitar me invaden, ya no tengo ilusión de nada, me ducho con asco frotando mi cuerpo para aliviar el malestar, no me pinto igual, ni elijo la ropa con ganas, me miro al espejo y me cuesta verme bien, suelo llegar tarde y me resulta difÃcil sentirme animada. AsÃ, lo que podrÃa haber sido una bonita velada se convierte en algo a olvidar.
Hoy ha pasado y
es asqueroso!!!!, as-que-ro-so!!!!
La sensación de malestar perdura en mi cuerpo y
sólo tengo ganas de CERRAR LA BOCA. Me tumbo en la cama y siento mi cuerpo desproporcionado, la almohada que me pongo entre las piernas de poco me sirve y sólo tengo ganas de seguir haciéndolo bien y olvidar lo ocurrido.
Mañana será otro dÃa.