lunes, 1 de junio de 2015

Cuando estás fuera

No sé que me pasa y ahora que empiezo así mi entrada me doy cuenta que muchas veces digo lo mismo. Pero es que es TAN verdad.

Tan pronto estoy bien como se me encoje el estomago y me siento triste, me invaden las ganas de llorar y estar sola o me entra ansiedad o frustración. Y es que estoy TAN sumamente cansada de todo. No me siento bien comiendo, pero no hacerlo me da pena y ya ni sé que es lo que quiero. Y me pregunto -qué narices estoy buscando?. Intento TODOS los días controlar al máximo lo que ingiero y comer lo menos posible. Cuento las calorías de TODO: leche, cafés, zumos, simples mordiscos de comida... Necesito hacerlo pero... estoy TAN AGOTADA de eso.

Este fin de semana he estado fuera con gente, y aunque me lo he pasado bien mi inquietud interior no me ha permitido disfrutar plenamente de ello. El no saber, el desconocer, la incertidumbre del

¿qué cenaremos, qué comeremos, qué gorrinada querrán comer entre horas...?

todo eso me saca de mis casillas, me pone de los nervios y logra que el me invada una horrible sensación de cosquilleo y nerviosismo que inunda mi cuerpo y me genera tensión. Tensión que no me permite disfrutar del momento y hace que mi mente esté constantemente planeando alternativas, nuevas propuestas, invenciones o cualquier excusa, cosa o acto que pueda, aunque sea ligeramente, minimizar el impacto de lo que pueda ocurrir.

^^ Cena?, japonés?, pues me voy a por lo menos calórico.
^^ Desayuno?, muffins?, - bufff, no tengo hambre, una pieza de fruta...

la gente te mira raro y te preguntan cosas como:

- pero no te gusta?, por qué no quieres?. - "Dios que agobio!!!!".

Lunes 1: 830c ( solo 500 de comida)

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