Con los pies en la tierra y la cebeza en las nubes

Hoy me en encuentro igual que ayer. Estoy haciendo cosas con mi madre que me mantienen entretenida pero hay un ligero cosquilleo en mi interior que no me permite disfrutar plenamente de lo que hago, de su compañía, de nuestro día... me encuentro interiormente inquieta y psicologicamente "ida". A ratos siento que me evado de la parte terrenal, del ahora, para centrarme en lo que ronda en mi cabeza.

Esta semana pasada mi ps no pudo atenderme y después de un parón, que me ha venido bien, me cuestiono el hecho de continuar. Sí no siento que pueda cambiar nada para qué continúo. El ir me genera una impotencia enorme porque me siento INCAPAZ pero como digo en la entrada anterior la resignación me mata.

No quiero seguir así.