jueves, 7 de agosto de 2014

Entre libros

El libro que cogí ayer era un tanto especial, no lo escogí al azar, elegí uno que se titulaba Miedo a la comida. Al ver el nombre me llamó la atención porque eso es siempre lo que he dicho, que tengo miedo a la comida y no me llevo bien con ella, así es como defino lo que me ocurre.

Al leer ciertos capítulos me quedé en shock. Nunca he pensado que me ocurra porque no encajo con los perfiles pero me sentí bastante identificada. Uno de los párrafos hablaba de como de sucia te puedes llegar a sentir después de un atracón y de como, a veces, para mitigar esa sensación de malestar te metes en la ducha y te frotas con jabón desesperadamente para intentar aliviarlo. Mientras leía todo aquello empecé a llorar ya que la mayoría de las cosas que estaban allí escritas eran un reflejo de lo que a veces me ocurre.

Desde hace años me he preguntado si me pasa algo y durante todo ese tiempo siempre me he dicho que no, que no es posible que alguien como yo pueda haber caído en algo como esto, me lo he negado por el simple hecho de que reconocerlo me duele como si me estuviesen clavando un puñal, no he querido verlo por miedo y vergüenza, por evitar sentirme débil y humillada y odiarme todavía más a mi misma, y siempre lo he justificado con el pretexto de no encajar, pero entonces, por qué era como si me estuviese viendo, y por qué al revivirlo o tener que contarlo no puedo y me pongo a llorar. Os diré que no ha sido sólo el libro el que ha hecho que reflexione sino un cúmulo de muchas cosas durante mucho tiempo y quizá el detonante haya sido mi visita de hoy a lal psss.

Ha pasado mucho tiempo desde que todo estalló, hablo ya de hace de más de 10 años e incluso por lo que me explicó la psicóloga desde pequeñita.

He luchado yo sola concienciándome, cegándome, intentando cambiar las cosas y lo único que he conseguido ha sido sobrellevarlo como he podido y alargar el sufrimiento en el tiempo poniendo parches que de poco han servido, unas veces mejor, otras peor... y siendo un constante péndulo, restrinjo y llego incluso a contar calorías de chicles, me atraco y como sin medida llegando a ingerir salvajadas de comida, vomitando líquidos, consiguiendo una "normalidad relativa", pero siempre con miedo y viéndome mal, y con ese resquicio en mi cabeza que no me deja estar tranquila y hace que la mayoría del tiempo esté en tensión, siempre, de alguna u otra forma, presente en mi vida.

Si en este tiempo no he logrado que se vaya significa que sola no puedo, y si ese algo me bloquea tanto que consigue atascar las palabras en mi garganta al tener que hablarlo es porque es un problema, y si, es verdad, tengo un problema con la comida, pero no se llama anorexia y no se llama bulimia, eso si, sea lo que sea no me deja estar en paz.

Seguramente esta haya sido una de las entradas que más me ha costado escribir y reconocérmelo a mi misma está siendo muy duro. Hoy no he parado de llorar en todo el día y por favor, no quiero comentarios diciendo que bien, me alegro... por favor ni uno!, es lo único que os pido.

4 comentarios:

  1. ¿Pero para ti es un paso hacia delante?

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  2. Este quizá es uno de los momentos más duro cuando se tiene un problema de este tipo: reconocerlo, entiendo perfectamente cómo te sientes, he pasado por lo mismo y créeme que te comprendo. Da igual que se llame anorexia o bulimia, pero como tú dices es algo que te afecta, es un problema, Gab y lo principal es que empieces a reconocértelo a ti misma. Y te vas a sentir como una mierda y probablemente bastante tiempo, incluso habrá momentos que recapacites y digas, no, no, yo no tengo un problema pero ese resquicio que se ha abierto es lo que en el futuro te hará estar mejor.
    Soy anónima porque no quiero dar mi nombre pero si quieres hablar con alguien que ha pasado por esto para desahogarte o aconsejarte si quieres darme tu correo, yo te escribiría. Llevo con problemas parecidos unos diez años pero ahora estoy en una parte positiva y si puedo ayudarte...

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  3. Si lo has conseguido una vez, puedes conseguirlo dos.

    Tú misma has pedido que no te digamos, me alegro o lo que sea, pero el hecho de que no creyeras tener un problema, aún reconociendo que le tienes miedo a la comida, era bastante significativo. No es una excusa, no es una debilidad. Ahora ya tienes algo por dónde empezar. Para bien o para mal.

    Deberías leerle este post a tu psicóloga.

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  4. Es la primera vez que te leo así, que paso más grande has dado, se que has llevado un proceso muy dificil con un montón de pesos que cargas encima. Lo más dificil es aceptar que sea lo que sea, algo no està bien, no hay que etiquetar lo que sientes, déjalo fluir y el resto vendrá con el tiempo, yo veo esto como un "desbloqueo", pero no se si signifique lo mismo para ti, y concuerdo con flaura, esto es algo que merece ser leído por tu psicóloga, yo lo hice alguna vez y se sintió bien, ya sabes que tambien me bloqueo para hablar. Un besito <3

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